20100203

Excuse me, Princess

Tiana sin el sapo en el balcon

Estamos a un par de días de que la última Princesa Disney -hasta la fecha- llegue a las grandes pantallas españolas y en mi corazón ha empezado a formarse un torbellino de emociones que van desde la más pura emoción, la esperanza de ver auténtica magia Disney, hasta el pánico y el horror que me produce pensar en la posible decepción que me pueda llevar.

Tiana es una joven trabajadora que, un día como otro cualquiera, se topa a un Príncipe transformado en sapo (o en rana, no me ha quedado claro). Con la intención de romper el hechizo, Tiana da el beso de rigor en los verrugosos labios del príncipe sapo (o lisos, si es una rana, no me ha quedado claro); no obstante, el asunto no sale como esperaban, y la adorable joven termina ella misma convertida en una preciosa rana (o en un sapo, o en ogra como Fiona en Shrek... no me ha quedado claro).

Lo cierto es que poco más sé sobre este largometraje animado (léase "peli"), pero sé lo único que importa: que quiero verla. Os haré hoy una confesión, os revelaré un enorme secreto que nadie en el mundo sabe: soy un gran FAN de las Princesas Disney. Y es que las hay de todas las clases y colores de pelo, pero siempre tienen un misterioso encanto al que soy incapaz de resistirme. Si bien al principio no eran más que chicas algo tontas que soñaban con su príncipe azul (en algún momento también yo lo fui...), siempre han tenido sus propias y particulares locuras. Blancanieves allanaba moradas de tiernos ancianos bajitos, Cenicienta confeccionaba vestidos para ratones y Aurora... en fin, Aurora:



Con el tiempo fueron haciéndose más fuertes, intrépidas e incluso extrañas. Una era una sirena que coleccionaba objetos exóticos y soñaba con ir a otros mundos; otra era una bella aldeana incomprendida por sus vecinos, capaz de leer sin parar durante horas y horas y lo suficientemente valiente para ofrecerse como prisionera de una bestia para salvar a su padre; otra era Jasmine, una inconformista que se escapaba disfrazada cuando se aburría de la vida en su palacio.
Las últimas ya poco tienen que ver con aquella personalidad más bien débil de las primeras. Pocahontas era un espíritu libre, una amante de la naturaleza que pintaba con los colores del viento y cantaba con la voz de las montañas.
Mulan era un travesti guerrero:



¿Cómo será la pequeña Tiana? En algunos países ya lo saben (y muchos españoles probablemente también), pero yo espero averiguarlo este viernes... en los mejores cines.




Ariel, Bella, Aurora, Blancanieves, Cenicienta, Yasmin, Mulan, Pocahontas

1 comentario:

  1. Este sabado ire yo creo... Y con un poco de suerte tendre algun dia suficiente avanzao el trabajo que nos han mandao ya desde el primer dia como pa poder conectarme ´-`;; lo siento... a veces podria sacar tiempo pa entrar pero no lo hago porque no tengo fuerzas, me da sueño y me agobio pensando en lo temprano que toca levantarse el dia siguiente Y_Y

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