
La vida, como la ficción, como los sueños, es una sucesión de acontecimientos más o menos lógicos, esperables y creíbles. Sea drama, comedia o tragedia, está plagada de escenas que por nada del mundo querríamos olvidar.
Para recordar un paisaje, basta con una foto o un cuadro.
Para recordar un sentimiento, no hay nada como una canción.